Un tablet —o una tablet— es el dispositivo de moda, junto a los smartphones. Pero la pregunta es: ¿por qué debería plantearme comprar un cacharro de estos? Hay muchos argumentos que pueden convencerte de que lo hagas, pero también hay un puñado que pueden convencerte de lo contrario:
Por qué comprar un tablet
- Son estaciones de trabajo portátiles. Estos dispositivos se convierten en una forma productiva de aprovechar nuestro tiempo, ya sea mientras andamos, esperamos en la sala de espera en el médico o vamos en metro. Son mucho más cómodos de usar que un portátil en estas situaciones.
- Son unos lectores de libros geniales. Un lector de tinta electrónica siempre será mucho mejor para nuestra vista, pero un tablet nos ofrece mucha más versatilidad y comodidad, sobre todo si leemos archivos PDF con gráficos o documentos similares. Podemos sacar nuestra tableta en cualquier lugar y disfrutar de una buena lectura.
- Son geniales en presentaciones. Trabajar con uno de estos aparatos es un gustazo. Llévalo a reuniones y pásalo entre los asistentes para enseñarles tu último diseño, o la foto del jefe con la secretaria que te acaban de pasar por correo electrónico.
- Son más estables que un portátil. Trabajar con un portátil tiene sus riesgos, sobre todo si estás en movimiento o si trabajas con Windows. Las tabletas se inician y suspenden más rápido. No suelen tener problemas de bloqueo, salvo que empecemos a instalar cosas raras.
- Son molones. Tener un tablet te hace parecer cool. Parecerás alguien del futuro para muchos.
Por qué no comprar un tablet
- Porque tienes un phablet, es decir, un teléfono con una pantalla muy grande, digamos que entre 5.5 y 6.5 pulgadas. Con una pantalla así, no tiene mucho sentido tener algo un poco más grande. Doble gasto.
- Los juegos no molan tanto. Si eres un jugón, los juegos para dispositivos móviles aún van muy por detrás en lo que a usabilidad se refiere. Manejar un juego en una pantalla táctil no es lo mismo que dominar el mando de la PS3 o XBOX 360.
- Se quedan cortos para trabajos profesionales. Olvídate de Photoshop o herramientas similares. Aunque la velocidad y potencia de los tablets avanza muy rápido, una pantalla táctil nunca ofrecerá lo mismo que el ratón y teclado físicos en términos de usabilidad.
- Cuestan tanto o más que un portátil. Un tablet «apañao» que no nos deje tirado está ya en un rango de precios similar al de los portátiles normales. Y si hablamos del iPad, ya nos iríamos a un rango de precios en el que conseguiríamos unos buenos señores portátiles.
- Porque tarde o temprano se acabarán imponiendo otro tipo de dispositivos. Yo confío en estos ordenadores portátiles, híbridos entre tablet y PC, aunque aún tienen que avanzar bastante, sobre todo a nivel de software. Podéis echarle un vistazo a la idea en la web de Samsung, marca que me tiene enamorado últimamente.